Hoy me he levantado y escuchado el ruido de las gotas caer. Y así era. Hoy llueve pero que no llueva en tu corazón, que no llueva dentro de ti.
Que no pienses que porque es un día lluvioso está todo perdido y te cambie el carácter, fomentándote más miedos, algo en lo que es importante poner foco y trabajar en ellos.
No. Todo está por llegar, todo está por lograr. Sonríe como he hecho yo, abraza ese día lluvioso y si es en tu interior donde está lluvioso y lo que nacen son sentimientos de tristeza, de melancolía permítetelos y abrázalos, obsérvalos. En esa magia vas a crecer y avanzar tanto.
Cada día es único e irrepetible. ¿Y sabes que? Tienes la suerte de poder disfrutarlo y abrazarlo.