Meditación guiada por Marta Guzmán
Teshuvá: del castigo al regreso del alma. Durante mucho tiempo viví pensando en culpa y castigo.
Así vive la mayoría de la gente. Y así vivía yo, Marta Guzmán, con el piloto automático encendido, interpretando cada error como una condena, cada caída como un juicio.
Pero un día me pregunté:
¿Cómo un Dios tan magnánimo podría definirse con palabras de miedo?
¿Cómo el Creador del amor y de la vida iba a limitarse a condenar?
Fue entonces cuando comprendí algo esencial: no era así.
Observé más a fondo y descubrí que en hebreo existía una palabra que abría otro horizonte: Teshuvá.
🌹 Teshuvá no es culpa ni castigo
La traducción literal de Teshuvá es “regreso”. Y cuando lo entendí, todo cobró sentido.
Teshuvá no significa quedar atrapada en el pasado ni vivir en un estado de remordimiento. Significa volver:
- Volver al alma.
- Volver a ti misma.
- Volver al amor de Dios, que nunca se fue y que siempre está esperando con ternura.
En castellano, solemos asociar la palabra “arrepentimiento” con dolor, castigo o penitencia. Pero la Teshuvá no nace del miedo, nace del amor que llama a tu puerta.
🕊️ El camino del regreso
A veces nos perdemos en el ruido, en lo que pesa, en lo que duele. Creemos que no hay camino de vuelta. Pero la verdad es que siempre lo hay. Cada respiración es una oportunidad de regresar.
La Teshuvá nos enseña un camino simple y profundo:
- Reconocer: ver con honestidad lo que nos ha apartado de nuestra esencia.
- Soltar: dejar ir la carga, el peso, las piedras que arrastramos.
- Regresar: volver al corazón, al centro, al amor de Dios que nunca se apagó.
Este proceso no es un instante mágico, es un viaje de conciencia. Cada paso abre más espacio para la paz interior y para la libertad del alma.
✡️ Una palabra antigua para una verdad eterna
La Teshuvá es una enseñanza de la tradición hebrea, pero no pertenece a una religión solamente.
- En el cristianismo, la llamamos “conversión”, “metanoia”, “volver al Padre”.
- En la vida espiritual cotidiana, la vivimos cada vez que paramos, respiramos y regresamos a lo esencial.
En lo profundo, Teshuvá es universal. Es la experiencia humana de volver a casa, a la fuente de todo lo que somos.
🌟 Mi experiencia personal
Yo misma viví atrapada en la idea de castigo. Y confieso que me llevó tiempo desactivar ese piloto automático. Pero cuando comprendí que el verdadero llamado de Dios era volver, no temer, todo cambió.
Desde entonces, la Teshuvá dejó de ser una palabra extranjera para convertirse en una práctica viva. Cada día, cuando siento que me pierdo, vuelvo.
- Vuelvo a respirar.
- Vuelvo a mi corazón.
- Vuelvo al amor que me sostiene.
Y esa experiencia de regreso no me aleja del mundo, al contrario: me devuelve más fuerte, más clara, más humana.
🙏 Una invitación para ti
Hoy quiero invitarte a experimentar este regreso en tu propia vida. Por eso he grabado la Meditación de Teshuvá – El regreso al alma. 🌹
Un viaje para soltar, sanar y volver a tu centro.
No importa dónde hayas estado ni cuánto te hayas alejado: siempre hay un umbral abierto.
El regreso está aquí, ahora. Solo necesitas una respiración, un instante de silencio, una decisión de volver.
✨ Escucha la meditación aquí 👉
💜 Conclusión
Teshuvá no es culpa, ni castigo, ni reproche.
Teshuvá es volver al alma, volver a ti misma, volver a Dios.
Cada día, cada hora, cada respiración es una oportunidad.
Y tal vez hoy, mientras lees estas líneas, sea el momento de tu regreso.
