Descubre cómo cuidar tus neuronas con grasas saludables, oxígeno y hábitos que potencian memoria, energía y creatividad cerebral.
El cerebro: pequeño en tamaño, gigante en energía
¿Sabías que tu cerebro pesa apenas 1,3 kilos y, sin embargo, consume el 25 % del oxígeno y nutrientes que entran en tu cuerpo cada minuto? Eso significa que, de los 5 litros de sangre que bombea tu corazón, gran parte va directo a tu cabeza.
Un órgano tan pequeño funcionando como una central energética. ¿De dónde saca la fuerza? De lo que comes.
El cerebro: mucho más que neuronas
El cerebro no solo mueve tu cuerpo. También produce neurotransmisores, regula tus emociones, genera tu material genético y construye quién eres.
- Tenemos 86 mil millones de neuronas.
- Cada una se conecta con hasta 10.000 más.
- La red resultante podría extenderse 180.000 kilómetros, casi la mitad del viaje a la Luna.
Una máquina brillante que, sin embargo, muchas veces colapsamos con el estrés, los malos hábitos y la alimentación equivocada.
Einstein y el misterio del cerebro humano
Tras su muerte en 1955, el patólogo Thomas Harvey conservó el cerebro de Einstein y en 1985 se inició su estudio científico.
¿La sorpresa? Su cerebro pesaba lo mismo que el nuestro, pero sus conexiones neuronales eran un 15 % más numerosas y tenía mayor proporción de grasa.
La conclusión es poderosa: no es el número de neuronas lo que nos diferencia, sino la calidad de nuestras conexiones.
Tu cerebro es grasa y agua: la importancia de nutrirlo bien
El cerebro está formado por un 77 % de agua y un 12 % de grasa esencial. Necesita lípidos de calidad (como los omega-3) para funcionar.
Cuando reducimos demasiado las grasas en la dieta y abusamos de azúcares simples:
- La insulina neuronal se ve afectada.
- Disminuye la capacidad de crear nuevas conexiones.
- La memoria y la claridad mental se deterioran.
👉 Comer grasas saludables no es una moda: es un requisito para tener un cerebro vivo, creativo y protegido contra enfermedades como el Alzheimer.
Memoria, estrés y lo que aprendí de Jim Kwik
En 2020 empecé a notar que mi memoria no era la misma. Me costaba recordar nombres, teléfonos, detalles que antes retenía con facilidad. Llegué a pensar si era el inicio de algo más serio.
En ese momento descubrí el trabajo de Jim Kwik, mentor en memoria y aprendizaje. Entendí que mi cerebro no estaba fallando, estaba intoxicado por estrés, mala alimentación y exceso de estímulos.
Con cambios simples —nutrición consciente, más oxígeno y mejores hábitos— mi mente volvió a brillar.
Cómo potenciar tus neuronas cada día
- Hidratación: el agua es la base de tu cerebro.
- Grasas saludables: aguacate, aceite de oliva, pescado azul, frutos secos.
- Menos azúcar: protege tu insulina neuronal.
- Descanso: dormir es reorganizar tus conexiones.
- Ejercicio: activa la circulación y oxigena el cerebro.
- Meditación: reduce el ruido y mejora la plasticidad neuronal.
Conclusión: tu cerebro, tu mejor inversión
No nacemos con cerebros diferentes. Nacemos con cerebros que necesitan ser cuidados, alimentados y estimulados. La diferencia entre olvidar y recordar, entre crear o estancarse, está en cómo nutres y entrenas tus neuronas.
Al final, cuidar tu mente es cuidar tu vida entera.
El cerebro es más que un órgano: es tu central energética, tu memoria viva y tu motor creativo. Cuando lo alimentas con amor, claridad y consciencia, no solo piensas mejor: vives mejor.
Recuerda: cuidar tus neuronas es cuidar tu vida entera.
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