¿Sientes que se te olvida todo, que no tienes memoria y crees que tienes alzheimer?
¿Estás perdiendo la memoria? ¿Eres incapaz de recordar nada y tienes miedo por creer que tienes alzheimer? ¿Se te olvida lo que vas a hacer cada día? ¿Te estás tomando pastillas de esas para potenciar la concentración y la memoria? Esto es algo muy frecuente en muchas personas aunque no se quiera confesar como os he hablado en mi canal de YouTube @martaguzmanshorts. Hace tres años tuve esa sensación. Creí que tenía alzheimer y me puse manos a la obra.
Uno siente y se cree que se hace mayor y que el cerebro envejece como nos han inculcado. Hay remedios naturales que nos ayudan a que no tengas que empastillarte o a que sientas que te tienes que dejar morir porque estás cumpliendo años. ¡Y qué va! Todavía eres muy joven para tener esa sensación. ¿Acaso eres un dinosaurio del Pleistoceno? Ni mucho menos.
El día a día nos deja bloqueados por completo y el cerebro es mucho más listo que nosotros. Cuando llega un momento en el que le estamos metiendo demasiadas cosas y entramos en el conocido como multitasking, donde creemos que hacer varias cosas al mismo tiempo es lo ideal y creemos que somos muy eficientes, pero no es así. El cerebro solito pone sus barreras y sus límites y se bloquea por sí solo por tu seguridad para no colapsar. Al contrario de lo que solemos hacer nosotros, que creemos que podemos con más y vamos a más. Eso unido a la cantidad de despistes originados del multistaking, por eso es tan buena la meditación y llevar consciencia a cada cosa que hacemos junto con el cambio de mindset.
Él es el primero que dice, ¡hasta aquí hemos llegado! y parece que, entonces, eres incapaz de recordar nada. Evita que nos pongamos malos, lo que pasa que estamos tan desconectados de nuestro cuerpo que somos incapaces de escucharle.
Lo cierto es que hay remedios para combatirlo. Uno de ellos más allá del plato de lentejas de tu abuela o de tu madre, las nueces, el aceite de ricino y el filete de hígado, ese que tanto se llevaba cuando éramos pequeños y que nadie quería tomar, es recordar tus sueños cada día. Es un gran ejercicio y muy difícil porque habitualmente, no solemos recordar nuestros sueños. Y ya sabes, cuerpo en movimiento, cerebro en crecimiento.